¿Ganas de Semana Santa? ¿De disfrutar de nuevos paisajes y olvidarte del estrés? En Grecia, y más concretamente en la península de Mani, encontramos esta vieja torre del siglo XIX que ha sido reconvertida en un hotel para gente que busca algo diferente.
En esta zona de Grecia hay cientos de torres de vigilancia, como fieles testigos de la historia de este rincón del Mediterráneo. En una de ellas, datada en el siglo XIX, una pareja de arquitectos apostaron por rehabilitarla y convertirla en refugio para viajeros.
Este pequeño pero encantador hotel tiene tan solo tres habitaciones, y durante las obras de rehabilitación se mantuvo por completo la apariencia exterior de la torre, completándola con un acogedor patio interior, una terraza y una paradisiaca piscina que se asoma al mar.
Elementos que se integran perfectamente en el entorno gracias al cuidado diseño de los mismos y al uso de la piedra que han utilizado para construirlos y no alterar el paisaje que rodea a esta torre de vigilancia.
Una piedra que también es protagonista en las estancias del interior gracias a esos gruesos muros, que sirven de contenedor a unos interiores modernos y confortales vestidos con sencillos muebles de acero o de madera.
Un sitio espectacular ideal para apagar el móvil, y pasar unos días de relax en contacto con la naturaleza y con los pilares de la cultura griega.
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