A la hora de limpiar la cocina, una de las tareas que me parece más desagradables es mantener limpio el horno. Sobre todo, si en casa sois muy de horno para asar carnes, pescados, preparar pizzas... Como bien sabréis, ese uso intensivo conlleva que el horno se ensucia bastante.
Y no solo se manchan las paredes de este electrodoméstico. La puerta con doble cristal es una de las zonas donde más grasa y suciedad se acumula, para desesperación nuestra. Desmontar ese cristal es un proceso engorroso que solemos ir posponiendo, lo que conlleva que cada vez esté más sucio.
Esta acumulación lleva en muchas ocasiones a que se vaya emborronando la visión de los alimentos que estamos cocinando, lo que nos obliga a tener que abrir la puerta en ocasiones para ver cómo va el proceso de cocinado, con la consiguiente pérdida de eficiencia... Al margen de la cuestión estética de tener unos cristales llenos de grasa.
Por suerte, si no queremos desmontar la puerta para limpiar el doble cristal, hay un sencillo truco que te permitirá borrar cualquier rastro de grasa y suciedad de este elemento.
Cómo limpiar el doble cristal del horno sin desmontar la puerta
Para empezar, deberás examinar con atención la puerta del horno para comprobar si hay algún hueco por donde meter la bayeta. Aunque no sea algo muy conocido, lo cierto es que hay muchos modelos que dejan abierta un pequeño espacio entre cristal y cristal por el que se puede meter la bayeta para limpiar.
Si este es tu caso, deberás buscar un elemento alargado como unas pinzas o una pala de madera con la que introducir el paño húmedo o la bayeta para limpiar con comodidad la superficie del cristal.
Para hacerlo cómodamente, puedes atar la bayeta al elemento alargado, sumergiéndola en una solución compuesta de agua y bicarbonato. Esta mezcla también puedes utilizarla para limpiar la zona exterior del horno.
En los casos en los que no exista ese hueco, no nos quedará otro remedio que desmontar los cristales. No es algo complicado, aunque sí que requiere algo de tiempo.
Tan solo tendrás que desatornillar los tornillos laterales que verás en la puerta del horno para poder acceder a los cristales y desmontarlos. Al hacerlo, deberás tener mucho cuidado y sujetarlos muy bien para que rayarlos o golpearlos.
Este proceso es algo más tedioso, aunque sin duda, el resultado es mucho mejor al poder limpiarse todos los rincones del cristal sin problema.
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